La pose y la foto

—A ver; dígame, pero sea breve, por favor; en diez minutos tengo una reunión… —apuró Samuel—. Es más; de una vez le digo lo que tenemos disponible de la Secretaría de las Artes: le puedo ofrecer a Joaquín Pantoja, es un guitarrista que canta pirekuas; el grupo Purembe, que toca música p’urhepecha y…

Leer más

¡Aquí ya no contamos!

Andrea se aproximó para recibir al recién llegado, que, sin soltar su violín, recorrió con la mirada los rostros de los presentes. Consuelo, acomodaba las flores que Sara, la esposa del recién llegado, le entregó…

Leer más

Sincretismo II

La gente que acompaña al padrino, se sintió con el deber de ser los primeros en felicitar a los esposos. Esparcidos, algunos lugareños contemplan la ceremonia, una boda inusual a la que no se sienten invitados. Animados por el padrino, quien gracias a sus veintiún años como director de…

Leer más

El hábito del monje

Recargado en el barandal que da al club deportivo de la escuela, me hice a la idea de esperar. Me dediqué a observar a quienes paseaba por las madres de la piscina: un estudiante explica a su padre cómo funciona la escuela; una anciana en silla de ruedas que empuja…

Leer más

TRÁMITE DE CONCIENCIA

Ya que la ley nos obliga a usar estas mascarillas que nos cubren hasta los ojos, se ha vuelto costumbre en esta ciudad que las mujeres echemos mano de escotes y faldas cortas…

Leer más

Sincretismo I

Zäkjua hizo sonar una campanilla y el hombre de la túnica dio por terminada la oración colectiva organizada en el patio de la iglesia recién construida en Sïtunio, aquella aldea de nativos tarascos…

Leer más

Homero cantaba pirekuas

Se lo encontró recargado en la puerta de un sórdido local comercial que tenía en la entrada el inconfundible trompo de carne adobada, resguardado por un hombre moreno de escaso bigote, cabello lacio y brazos…

Leer más

“Por amor al arte”

…“Por amor al arte”, el título de la exposición, una puerta de cristal, un pasillo largo, una sala y unos brazos que me rodean, me hacen feliz…

Leer más

¡Atención, escolta…!

…Las caras duras de los invitados de honor dibujaron una línea horizontal en la mesa del presídium, miradas que luego se suavizaron cuando la bandera apareció al pie de las escaleras, escoltada por seis muchachitas primorosamente enfundadas en uniforme de gala: suéter colegial, cuello y falda corta…

Leer más

Muerto el poeta

Los rombos grabados sobre el cemento se iban perdiendo conforme los golpes de marro desmoronaban la base del monumento al poeta en el patio de aquella escuela abandonada…

Leer más